martes, 29 de julio de 2008

Es increíble lo que cinco minutos de inspiración producen en el cerebro de una persona

Texto nuevo, escrito hace cinco minutos, producto sólo de la inspiración que suele visitarme a veces.
No hay título, porque no he pensado en eso.
En fin, nada más que decir.

Edición: Ahora sí tiene título. Con uds.

Desencandilándome, o cómo la verdad aclara la vista.

No todo lo que brilla es oro

no todo el oro brilla
no todo lo que te dicen es cierto
a veces te dicen te quiero
pero en verdad no te quieren
a veces te dicen te amo
pero en verdad aman a otro

A veces haces cosas que no deberías
otras, sientes cosas que no deberías
y la mayor parte de las veces
sólo piensas en que no deberías hacer ni sentir nada

Extraño al hijo de puta que alguna vez fui
aquel ser sin sentimientos ni alma
al que no le importaba nada ni nadie
ese que a pesar de ser miserable
y odiarse por eso
no se cuestionaba
ni andaba escribiendo versos

Ahora, un nuevo cuestionamiento.
Retroceder al período de neanthertal
o seguir hasta llegar a ser homo sapiens?
Una bala en la cabeza también sería opción
Pero es una lástima que la pólvora aún no sea inventada

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